9 de noviembre de 2018
9 de noviembre de 2018
Se ha publicado un estudio de Greenpeace y la Universidad de Incheon (Corea del Sur) en la revista científica Environmental Science & Technology donde se han analizado 39 marcas de sal para consumo, a nivel mundial tanto de sal marina, sal de lago, como de sal de roca.
En los análisis de la sal efectuados se ha detectado que en más del 90% de las sales analizadas existían microplásticos.
De los 3 tipos de sal analizadas en la que se detectó un mayor número de microplásticos es en la sal marina, seguida por la sal de lago y finalmente la sal de roca.
En este estudio realizado, sólo en 3 de las muestras de sales analizadas no contenían microplásticos, estas sales provenían de una sal marina refinada de Taiwán, otra sal de roca refinada de China y una de sal marina sin refinar de Francia de producción por evaporación solar.
En este estudio se pone de manifiesto la contaminación plástica mundial y como afecta gravemente a los ecosistemas y los mares de todo el planeta. En estudios recientes también se han encontrado plásticos en mariscos, vida silvestre, agua del grifo y ahora en la sal.
En cuanto a la toma que realizamos de sal, suponiendo una ingesta de 10 gramos al día de sal (OMS recomienda 5 gr. al día), un adulto podría ingerir aproximadamente 2.000 microplásticos cada año solo a través de la sal proveniente de las zonas más contaminadas del planeta.
¿Pero qué son los microplásticos?
Los microplásticos, son piezas de plástico con medidas menores de 5mm, que suelen ser generados a partir de productos de cuidado personal o como resultado de la degradación de otros productos plásticos. Estos materiales de origen sintético, compuestos por polímeros derivados del petróleo, suponen un grave problema medioambiental, con posibles implicaciones sobre la salud de la población, por lo que actualmente son objeto de investigación.
Según un estudio realizado el año pasado por la Universidad de Alicante todas las sales producidas por salinas españolas contienen microplásticos en diferentes concentraciones.
Los autores de este estudio, 3 investigadores del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Alicante, analizaron en laboratorio entre septiembre de 2016 y junio de 2017 sales producidas por salinas de todas las costas españolas: Galicia, Huelva y Cádiz, en el Atlántico; Barcelona, Girona, Valencia, Murcia y Menorca en el Mediterráneo; y La Palma y Lanzarote, en Canarias.
La conclusión del estudio de sal marina: todas las sales analizadas contenían plástico en diferentes concentraciones, de 60 a 280 micropartículas por kilo de sal, en su mayoría tereftalato de polietileno (PET, el 83,3 % del total), polipropileno (PP, el 6,7 %) y polietileno (PE, el 3,3 %).
Si hablamos de lo que supone para el consumidor esta cantidad de micropláscticos en sal, el trabajo sugiere que, si se respeta la ingesta máxima de sal que recomienda la OMS (5 gramos diarios), el consumidor español come cada año una cantidad teórica de 510 micropartículas y hasta 1020 micropartículas con una media diario de 10 gr.
A todo esto, habría que sumarle la cantidad de microplásticos que se han detectado en otros alimentos marinos con concentraciones mayores (un mejillón puede tener hasta 178 microfibras de plástico).
Puedes acceder al estudio de la Universidad de Alicante sobre microplásticos en las sales marinas desde aquí.
Como indica la ONU, los microplásticos son particulas diminutas de plásticos que miden menos de 5 mm de diámetro, y hay más de 51 billones de microplásticos ensuciando los mares del planeta.
La solución más clara y evidente para detener este aumento de los microplásticos en la alimentación es la reducción en la dependencia de los plásticos desechables y detener la contaminación plástica en origen.
Este año el Día Mundial del medio ambiente estuvo centrado en la reducción de la contaminación por plásticos y de la importancia en la reducción de sus usos. Puedes leer nuestro articulo publicado sobre el Día Mundial del Medio Ambiente 2018 desde aquí.
También desde la Unión Europea se están tomando medidas para la reducción de plásticos como se puede ver en el Informe sobre la Estrategia Europea para el plástico en una economía circular, en dónde entre otros planes está que todos los envases de plástico del mercado de la UE serán reciclables para 2030, que el consumo de plásticos de un solo uso se reduzca o prácticamente se elimine, y que se restringa el uso intencional de microplásticos.
Puede acceder al Informe sobre la Estrategia Europea para el plástico desde aquí
Microplásticos en el agua de consumo humano
La Directiva Europea sobre el agua potable 98/83/CE, -relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano y diseñada específicamente para proteger a las personas de los efectos adversos de la ingesta de agua contaminada-, en su última revision hace referencia a los microplásticos como un posible riesgo para la salud. Según dicha legislación, los microplásticos son especialmente preocupantes debido a los efectos negativos que tienen en los entornos marinos y de agua dulce, los organismos acuáticos, la biodiversidad e incluso la salud humana. Su reducido tamaño facilita la absorción y bioacumulación por los organismos, y esto tiene graves consecuencias.
Por lo tanto la UE considera fundamental tomar medidas de atenuación para reducir las consecuencias que los microplásticos para los ecosistemas acuáticos y la salud humana y hallar soluciones para limitar sus posibles riesgos.
¿Cómo podemos ayudarle en SIGGO?
En Siggo realizamos Análisis de Microplásticos y otros contaminantes en Alimentos y en Aguas.
Además podemos ayudarles a reducir el consumo de plásticos en sus actividades y controlar la cantidad de microplasticos y otros contamiantes en sus productos o procesos.
No duden en consultarnos a través del telef. 965844586 o a través de nuestro formulario de contacto.
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Análisis de Agua Potable y de Consumo Humano
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