18 de marzo de 2020
El número de infectados con coronavirus no deja de crecer, cada vez con mayor número de afectados y fallecidos por COVID-19.
Puesto que a día de hoy no hay tratamientos para abordar la enfermedad, la contención temprana y la prevención de la propagación son claves para controlar la pandemia.
Dado que los Coronavirus, entre ellos el SARS-Cov-2 causante de la enfermedad COVID-19, son virus envueltos por una capa lipídica, son especialmente sensibles a los desinfectantes de uso habitual en el medio sanitario, siendo en teoría fáciles de desactivar. Por ello con una adecuada limpieza y desinfección de superficies, podemos contener en gran medida la propagación, tal como indican tanto la OMS, como el ECDC y el CDC.
El virus SARS-CoV-2, que causa las infecciones de COVID-19, es un virus encapsulado o de envoltorio, con una membrana formada por lípidos y glucoproteínas cuya principal función es facilitar la entrada del virus en la célula que infecta. Esta capa externa les permite identificar y unirse a los puntos receptores de la membrana de la célula hospedadora, y posteriormente fusionarse con ella, facilitando la entrada del virus en la célula, donde se reproducirá.
Aunque el virus SARS-CoV-2 es un gran desconocido, se sabe que los virus encapsulados son menos estables en el medio ambiente que los virus entéricos humanos (como adenovirus, norovirus o rotavirus), y son más sensibles a factores como la desecación, el calor, los detergentes, los desinfectantes o los ácidos.
La limpieza y desinfección deben ser una herramienta fundamental para prevenir contagios.
Según un reciente estudio publicado por los científicos alemanes G. Kampf, D. Todt, S. Pfaender y E. Steinmann, el virus que provoca el COVID19 puede persistir en algunas superficies tales como metal, vidrio o plástico hasta 9 días a temperatura ambiente, no obstante, a temperatura superiores a 30°C su persistencia puede verse reducida, al igual que sobreviven mejor con el 50% de humedad relativa que con porcentajes del 30%.
En cuanto a la desinfección, el estudio concluye que el coronavirus se puede inactivar eficientemente utilizando etanol (alcohol etílico) al 62-71%, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) al 0,5% o hipoclorito de sodio (lejía) al 0,1% (1g/L), durante un tiempo de exposición de un minuto, siendo estos mucho más efectivos que otros agentes biocidas.
Podemos afirmar que todas las recomendaciones estudiadas, tanto de Ministerio de Sanidad de España, como del Centro Europeo para la prevención de enfermedades (ECDC), la Organización Mundial de la Salud (OMS), y del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades Americano (CDC), describen efectividad frente a coronavirus de estos productos.
1. Previo a la desinfección es necesario realizar un proceso de limpieza de superficies, mediante la eliminación de la suciedad, materia orgánica e inorgánica, por medio de un detergente, fricción mecánica y un posterior enjuagado con agua.
2. Una vez realizada de limpieza, se debe realizar la desinfección de las superficies ya limpias, con la aplicación de productos desinfectantes mediante rociado o pulverización, bayetas, papel de un sólo uso, etc…
Los desinfectantes eficaces frente al virus que produce la enfermedad COVID-19, se prepararían y/o aplicarían de la siguiente forma:
El empleo de uno u otro desinfectante variará en función de la superficie a desinfectar y la resistencia o sensibilidad de esta al uso del desinfectante. Por ejemplo, en superficies que se corroan por uso de hipoclorito sódico o el peróxido de hidrogeno será necesario emplear etanol u otro desinfectante con actividad viricida testado según norma UNE-EN-14476, que no afecte a estos materiales.
3. Durante el uso de productos químicos de limpieza y desinfección es importante mantener una correcta ventilación.
4. Para la limpieza y desinfección se deberá priorizar el uso de utensilios desechables. En caso de emplear utensilios reutilizables estos deberán ser desinfectados según procedimiento identificado con anterioridad.
5. La limpieza y desinfección de elementos textiles (por ejemplo: uniformes, ropa de cama, cortinas, etc.), deberá realizarse con detergente para la ropa con un ciclo de agua caliente (60-90°C).
6. Para la limpieza y desinfección de menaje y utensilios de cocina se empleará un lavavajillas con dosificación de productos de químicos y con una temperatura de funcionamiento superior a 80°C. Se recomienda la verificación de la temperatura de funcionamiento.
Se deberá reforzar y priorizar la limpieza y desinfección de todas las superficies que son manipuladas con alta frecuencia, por ejemplo:
Además, no podemos olvidar que todo equipo, material, elemento o utensilio que venga de fuera de nuestra instalación, deberá limpiarse y desinfectarse a la entrada, siempre antes de entrar en uso, para evitar la transmisión desde fuera hacia dentro.
Los residuos derivados de las operaciones de limpieza y desinfección, como elementos y utensilios de limpieza y los EPIs desechables se podrán eliminar como RSU y gestionándolos como tal.
Para este tipo de residuos se recomienda que vayan en bolsas de residuos separados del resto de residuos y a poder ser dobles.
En caso de existir otros residuos de carácter infeccioso o peligroso deberán ser gestionados según la legislación vigente.
Nuestro departamento de asesoramiento sanitario, asistencia ante situaciones de crisis y alertas sanitarias de SIGGO, dispone de un equipo de profesionales con dilatada experiencia en la materia y en contención de problemas sanitarios y ambientales, ofreciendo los siguientes servicios especializados:
Si necesita ayuda, y no sabe qué hacer, no dude en ponerse en contacto con nosotros a través del teléfono 965844586 o nuestro formulario de contacto.
Pulsa sobre este link, y consulta nuestro artículo especial sobre GUÍAS Y PROTOCOLOS POR SECTORES PARA PREVENIR EL CORONAVIRUS COVID-19
Este artículo fué actualizado el 26/03/2020 a las 10:00h.
COMENTARIOS