21 de febrero de 2017
Un interesante estudio de investigación realizado por la Universidad de Valencia (UV), la Fundación Fisabio y la Conselleria de Sanitat, publicado en la revista “Food Additives and Contaminants”, -cuyo objetivo ha sido evaluar los posibles riesgos sanitarios derivados de las exposiciones dietéticas a metales-, confirma que si bien la población valenciana no está expuesta a un exceso de metales pesados, se deben seguir vigilándo los niveles de plomo, cadmio, arsénico inorgánico y mercurio en los alimentos, para prevenir posibles riesgos.
¿En que se basa el estudio?
La exposición se ha estimado a partir de datos de consumo de alimentos y la concentración de contaminantes en los mismos durante los años 2010 y 2011 a través de un muestreo realizado a 1.476 personas (195 niños con edades comprendidas entre los 6 y los 15 años, y 1.281 adultos entre 16 y 95 años).
Un total de 8.100 muestras de comida de 81 alimentos diferentes, -tomadas en mercados locales y cadenas de alimentación de 11 ciudades de la Comunidad Valenciana, ubicadas en áreas rurales y urbanas-, fueron analizadas atendiendo a dos criterios: los alimentos más consumidos en términos de cantidad; y aquellos alimentos que contribuyen en mayor medida a la exposición a los metales de interés (pez espada o atún en el caso del metilmercurio o mercurio tóxico).
Resultados de exposición a cada metal pesado por parte de la población
Si analizamos las cifras por metales, el estudio demuestra que la exposición al plomo para los adultos valencianos es inferior (0.21-0.44 µg/Kg pc/día o microgramos por kilo de peso corporal al día) a los que calcula la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA) para España (0.53-0.6744µg/Kg pc/día). Un microgramo es la millonésima parte de un gramo.
No obstante, la exposición a plomo podría superar valores de referencia en determinados grupos de población. Es el caso del 2,8% de la población adulta y del 28% de la población infantil para limites vinculados con problemas renales y de neurodesarrollo.
En el caso del cadmio, la exposición en la Comunidad (0.77-1.78 µg/Kg pc/semana o microgramos por kilo de peso corporal a la semana) es inferior a la del conjunto de España (2.02-2.23 µg/Kg), según las estimaciones de la EFSA. Sin embargo, del estudio se desprende que el 4% de la población adulta y el 8% de los menores podrían tener exposiciones a través de la dieta superiores a las máximas admisibles.
Los niveles de exposición a arsénico inorgánico en la población valenciana fueron muy bajos en comparación con otros estudios nacionales e internacionales realizados por la EFSA. Sin embargo, pueden existir grupos de población que excedan valores de referencia.
En cuanto al metilmercurio o mercurio tóxico, según la EFSA, España supera el promedio de exposición en comparación con el resto de países europeos (cuyo promedio es de 0.25 µg/Kg pc/semana en adultos). Ya dentro de España, se mantienen cifras similares. En el estudio, Valencia se sitúa con 0.54-0.60 µg/Kg pc/semana y Cataluña con 0.5 microgramos por kilo de peso corporal a la semana.
La exposición de los menores a metales es aproximadamente el doble que la de los adultos
Los datos estiman que el 8% de la población adulta y el 12% de los niños podrían estar excediendo la ingesta máxima semanal de metilmercurio, sobre todo debido al consumo de pez espada y atún. En el pez espada se observaron los valores más altos de metilmercurio. La mayoría de las muestras analizadas excedieron el límite establecido por la ley para el mercurio total.
Cómo reducir la exposición a dichos metales
Para reducir la exposición de la población, los investigadores alertan que se requieren distintos tipos de medidas:
Los autores concluyen que la exposición de los menores a metales es aproximadamente el doble que la de los adultos. Los cereales son la principal fuente de exposición de la población general a plomo, cadmio y arsénico inorgánico, principalmente por su alto consumo.
¿Cómo les podemos ayudar a controlar los niveles de metales pesados?
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