1 de diciembre de 2015
Los materiales destinados a estar en contacto con alimentos pueden ser de plástico, silicona, caucho, cerámica, metal, vidrio, papel, madera, corcho o textiles, pero solo serán aptos para el consumidor, aquellos que no provoquen modificaciones en la composición del alimento ni tampoco cambios organolépticos en el mismo.
Es de gran relevancia un envasado correcto de los alimentos, ya que los protege del deterioro microbiológico, químico y físico que puede verse afectado en diversas fases de la fabricación de éste (como el almacenamiento y el transporte). Así pues, la máxima calidad y seguridad en el alimento dependerá tanto del contenido como del envase.
Existen pocos materiales que sean totalmente inertes, de manera que cabe esperar que migren ciertas sustancias, aunque sean pequeñas trazas. Este fenómeno puede comprometer la calidad del material, como también la seguridad del consumidor.
Aunque los envases comercializados están sometidos a estrictas normas de seguridad,
la autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece los límites de seguridad para el uso de los componentes con el objetivo de evaluar los riesgos de cada material. Así el fabricante, atendiendo las indicaciones impuestas por las autoridades, elabora el material apto para uso alimentario.
SIGGO realiza análisis de migración y todo el asesoramiento necesario para cumplir con la normativa.
Si necesita ayuda, no dude en consultarnos en el telef 965844586 o email info@siggo.es.
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