21 de octubre de 2011
La última legislación española sobre seguridad alimentaria pretende armonizar la gran variedad de normas que había hasta ahora en este campo.
El Consejo de Ministros de Sanidad y Política Social y de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino ha aprobado el proyecto de ley que pretende unificar la legislación en materia de seguridad alimentaria y nutricional. El principal objetivo es reforzar el control de los alimentos y que el consumidor tenga acceso a productos más seguros. Esta ley pretende poner fin a la gran variedad de normas vigentes e intentar unificarlas en la medida de lo posible. Incorpora nuevos aspectos, tanto en nutrición como en seguridad alimentaria, para promocionar buenos hábitos en el consumidor. La nueva ley se engloba dentro de un marco normativo europeo que, a su vez, otorga al Estado los derechos de coordinación para lograr una mejor aplicación. En España, las comunidades autónomas tienen el control oficial de los alimentos.
Las principales premisas de la nueva Ley están enfocadas a garantizar de forma más eficaz la seguridad de los alimentos desde la granja a la mesa -a lo largo de toda la cadena alimentaria- y a la prohibición de alimentos con un elevado número de ácidos grasos trans, como la bollería en centros escolares. Del conjunto de temas que engloba la ley, el más destacado es el de la seguridad y composición de los alimentos, ya que se obliga a las industrias a usar ingredientes y tecnología de elaboración que minimicen la presencia de estos ácidos en los alimentos. Las grasas trans se forman en productos como la bollería durante el proceso de hidrogenación de la grasa, necesario para solidificar las grasas y utilizarlas en distintos alimentos. Con la nueva ley en la mano, las empresas deberán notificar todos los procesos que utilicen estas sustancias para enriquecer los productos. Además, las industrias deberán tener registros que permitan a las autoridades comprobar de manera sencilla el contenido de ácidos grasos trans.
VIGILANCIA ALIMENTARIA
Las medidas han sido mucho más exigentes en el ámbito escolar, ya que a partir de ahora será necesario contar con un profesional acreditado para supervisar los menús escolares. Se deberá informar de forma detallada a los padres o tutores de los menús diarios, se tendrá un plan que contemple la elaboración de menús específicos adaptados a las necesidades de cada uno (en caso de alergias o intolerancias) y se prohíbe la venta de alimentos altos en contenido de ácidos grasos trans (bollería, chucherías o refrescos). Estos contenidos se establecen mediante reglamento.
Además, está previsto crear un sistema de información en materia de seguridad alimentaria, que hasta la fecha no hay, que coordinará la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Este nuevo sistema de información permitirá el intercambio de datos analíticos, evaluación de riesgos y datos científicos entre investigadores, profesionales y administraciones. También se ha establecido una Red Española de Laboratorios de Control Oficial de Seguridad Alimentaria, que pretende coordinar la vigilancia en seguridad alimentaria y apoyar las investigaciones en metodología analítica de seguridad alimentaria.
PUBLICIDAD
La nueva ley también estipula actuaciones en el ámbito de la publicidad. Está previsto desarrollar un sistema de regulación voluntaria con los operadores económicos y los responsables de comunicación audiovisual y, además, se declaran los centros escolares como espacios protegidos para la publicidad. Estas nuevas medidas pretenden regular las comunicaciones comerciales para los alimentos dirigidos a la población menor de 15 años. Más de 36 empresas ya se han adherido a esta nueva premisa, lo que supone un 95% de la publicidad alimentaria. Tampoco será posible utilizar personajes famosos reales o ficticios para la publicidad de alimentos y bebidas, ya que pueden tener una importante influencia para los niños.
LO MÁS DESTACADO
Se garantiza la seguridad de los alimentos desde la granja a la mesa.
Se controlarán los pasos fronterizos a la importación de alimentos y piensos con el fin de garantizar la seguridad alimentaria.
Las industrias alimentarias deberán modificar todos los procesos que utilicen ácidos grasos trans para enriquecer los alimentos.
Se creará un Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria con un carácter bianual.
Se establece apoyo y cooperación científico-técnico para las evaluaciones del riesgo.
Como requisito inapelable, los operadores económicos no pueden comercializar productos que no sean totalmente seguros.
Queda prohibida la venta de alimentos con alto contenido en ácidos grasos trans y azúcar en colegios y centros escolares.
Se prohíbe la publicidad en los centros escolares.
Personal cualificado revisará los menús escolares y se deberá informar de ellos a los padres o tutores responsables.
Se deberá contar con alternativas de menús especiales, como los destinados a niños con alergias o intolerancias.
Fuente: Eroski-Consumer Ed: 10/10/2011