22 de noviembre de 2009
El hospital General de Valencia no sólo no cumple con los protocolos de inspección para prevenir la aparición de brotes de legionelosis, sino que técnicos de la Consejería de Sanidad detectaron el mes de julio de este año concentraciones de la bacteria potencialmente peligrosas en la red de agua caliente sanitaria.
Fuentes oficiales destacan que no se han registrado contagios
Pese a ello, fuentes del departamento que dirige Manuel Cervera indicaron a este diario que no se han detectado casos de neumonía por legionela en el centro sanitario. Además, las mismas fuentes apuntaron que, según el hospital, los datos de la elevada presencia de legionela en los conductos del centro responden a un error, ya que se han reflejado lecturas de 2008, cuando se realizaron unas obras en el hospital, y no de este año.
El informe elaborado por los técnicos de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, sin embargo, no puede ser más claro. No sólo en la existencia de importantes concentraciones de la bacteria este mismo verano, sino de problemas de mantenimiento durante el año pasado.
El primer aspecto que destaca el resumen de la inspección es la "existencia de contaminación por legionela en la red de agua caliente sanitaria" del centro sanitario valenciano. El escrito destaca la existencia de valores superiores a 1.000 ufc/l (unidades formadoras de colonias por litro de agua analizada, la unidad de medida que sirve para evaluar la presencia de la bacteria). E incluso alude a la existencia de hasta 90.000 ufc/l en algunos puntos.
El real decreto 865/2003 que marca los criterios de prevención y control de legionelosis recomienda revisar el programa de mantenimiento "y realizar las correcciones oportunas" de la red cuando los análisis arrojan resultados de entre 100 y 1.000 ufc/l en torres de refrigeración "y dispositivos análogos". Si las concentraciones son superiores a los 1.000, se debe proceder a la limpieza y desinfección de las instalaciones. Y si rebasan los 10.000 ucf/l, hay que vaciar en sistema y "limpiar y realizar un tratamiento de choque".
La legionela entra en el cuerpo a través de micropartículas de agua. El riesgo de contagio no está en la posibilidad de ingerir agua contaminada, sino en inhalar las pequeñas gotas colonizadas por la bacteria que, una vez entran en el sistema respiratorio, atacan a los pulmones y, en función de su concentración y de la respuesta inmunitaria de la persona afectada, puede provocar de que las duchas y su efecto vaporizador pueda servir de fuente de contagio si la red de agua está contaminada.Junto a la contaminación por la bacteria de la red de agua caliente, el informe de Salud Pública se detiene en diversos incumplimientos de las medidas de control preceptivas para evitar infecciones por legionela. El documento refleja que en el libro de registro de la instalación de agua caliente no se refleja ni el mantenimiento preventivo ni "las acciones correctoras realizadas". Tampoco se ajusta a la normativa -en este caso, al real decreto 865/2003- la periodicidad de las analíticas, ni hay mediciones diarias de cloro y de PH de la instalación. A ello se suma la inexistencia de registro de apertura de grifos y duchas de la red de agua caliente sanitaria y el hecho de que el plan anual de mantenimiento "está firmado, pero sin anotar las actuaciones previstas de realizar o realizadas".
Pero los problemas no se limitan al agua caliente. "En la red de agua fría de consumo humano no se ha realizado tratamiento preventivo durante el año 2008".
Fuente: Diario "EL PAIS" Ed. 02/09/2009
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