1 de diciembre de 2015
El 40% del atún rojo que compramos no es realmente éste. Un estudio realizado por el CSIC (consejo superior de investigaciones científicas) ha advertido que muchas veces nos venden atún rojo, cuando en realidad es atún claro o atún de aleta amarilla.
Este estudio ha analizado genéticamente muestras de pescaderías y lugares de venta directa al consumidor. La investigación ha descubierto que la etiqueta del presunto atún rojo es incorrecta en el 70 % de los casos. Dado que al tratarse de una especie protegida, la pesca del atún se restringe por zonas que obligan a determinar la trazabilidad completa de su captura.
El consumidor tiene derecho a solicitar el documento que acredita la procedencia de la pieza, tanto en la pescadería como en el restaurante, pero se ha comprobado que esto ocurre pocas veces.
La compañía líder en la pesca de atún rojo ha denunciado la comercialización de otras especies de menos calidad en nombre del atún rojo. Esta empresa pidió que se pusiera fin a esta situación.
Por otra parte, la directora general de pesca y asuntos marítimos ha avanzado que des de la Administración se promoverán planes de inspección para destapar los fraudes.
SIGGO dispone de la tecnología para poder detectar genéticamente si el producto o preparado alimenticio, es lo que nos dicen que es.
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